Te veo tan cerca...
No puedo evitar recordar esos momentos en los que me cubrías del
frío, esas situaciones en las que me secabas el sudor.
Te pido perdón, sí,
por acabar lanzándote y dejándote de lado con desprecio, por estar
con compañía.
Recuerdo el día, en
el que te curé las heridas para que pudieras seguir con tu vida...
Recuerdo el día, en
el que nos conocimos en aquella tienda de ropa...
Lo siento, pero
tengo que dejarte, aunque casi te pueda tocar y me cueste dejar de
mirarte...
Adiós, mi amado
calcetín...
Jejejej, genial, original, creativo y además un montón de simpático.
ResponderEliminarEra lo mínimo que podía hacer por mi último calcetín perdido en la batalla :)
EliminarMe encanta este relato, buena despedida a tu calcetín.
ResponderEliminarGracias Nir Nir. Tu blog también está muy bien, un saludo.
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