Se queda tumbado,
sin vida aparente, esperando a ser escrito por algo o alguien. Cuando
le reciben, se apoyan sobre él y es ahí cuando llega su momento,
ese que ha estado esperando durante mucho tiempo, el de recibir esas
pinceladas de tinta. Entonces se plantea, si lo estará haciendo
bien, si estará recibiendo bien a su mentor.
En ese momento,
siente como le retuercen uniendo todas sus extremidades. Al parecer
no ha hecho bien su trabajo y acaba en un cubo, en la compañía de
otras criaturas de su misma especie.
Mientras tanto, la
única esperanza que le queda, será que le den por fin una muerte
feliz, y que vuelva a ser reencarnado en otro folio. Esperando un
día, llegar a ser el elegido, y vivir durante siglos, transmitiendo
una pequeña parte, de un mensaje especial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario