jueves, 30 de junio de 2016

Carta de despedida


Te veo tan cerca... No puedo evitar recordar esos momentos en los que me cubrías del frío, esas situaciones en las que me secabas el sudor.
Te pido perdón, sí, por acabar lanzándote y dejándote de lado con desprecio, por estar con compañía.
Recuerdo el día, en el que te curé las heridas para que pudieras seguir con tu vida...
Recuerdo el día, en el que nos conocimos en aquella tienda de ropa...
Lo siento, pero tengo que dejarte, aunque casi te pueda tocar y me cueste dejar de mirarte...
Adiós, mi amado calcetín...

Cuentos fotógrafo

miércoles, 22 de junio de 2016

Fronteras del mundo


Microcuento

Les han quitado los remos y no pueden navegar. Los gobiernos se han quedado sin papel para dar papeles. No hay excusas de amor si no tienes un bolsillo de donde pagar.
Apple lleva años saliendo con Pekín, Zara le va a pedir la mano a Bangladesh.
Ya llevan varios años en situación de pareja irregular, y a día de hoy, la relación sigue su curso.

miércoles, 15 de junio de 2016

Sentidos


Sentidos

-No quiero verte nunca más -dijo él.
A la mañana siguiente le arrancó los ojos.

miércoles, 8 de junio de 2016

Daños colaterales II


En algún rincón del mundo... Dos personas mantienen una conversación...

-¡Hey tío! ¿Cómo estas? ¿Cómo está tu madre?
-Bien, ahí va, un poquito mal.
-Por cierto, ¿Hablaste con tu colega? ¿Le dijiste lo que te comenté?
-Si, le dije que esta vez nos aplicara el descuento por lo del primer pedido de Madrid. Que se llevara a unos cuantos, pero esta vez sin “mensajitos indirectos”, a la cara.
-¡Guay!

Mientras tanto en una discoteca en París...

-¡Eh tío! Pinta otra que me estoy durmiendo un poco.
-Vale va, ¿Has visto la tía que...? Espera, ¿Has oído eso?
-Si, ha sonado como un disparo...

daños colaterales

miércoles, 1 de junio de 2016

Hasta la vista


Mientras estaba en mi casa, escuché un pequeño ruido abajo en el sótano, y pensé que quizá la lavadora se había atascado, por lo que bajé a ver que estaba pasando. Tras un rato mirando lo que le ocurría, observé que se había parado, al parecer se había fundido un fusible o algo por el estilo. Subí al primer piso, e intenté llamar al técnico por teléfono para que le echara un vistazo, pero no daba señal el teléfono. No le di importancia, el tiempo apremiaba y tenía que irme a trabajar.

Tras asearme salí a la calle para conducir hasta el trabajo y percibí una cierta tranquilidad en la carretera, por un momento pensé que quizá era domingo y me había vuelto loco, pero no, era martes, así que seguí hasta mi trabajo.

Cuando llegué no había nadie en recepción, entonces ya me empecé a mosquear, algo estaba pasando. Me acerqué y pude ver una nota en la mesa que decía:

Nos hemos ido todos, te quedas solo en casa.

Microcuento fotografía